Desde niño manifestó una gran vocación, mostró interés por todo lo relacionado con la madera y, por tanto, con la carpintería que le daría la posibilidad de desarrollar sus ideas.
Después del colegio frecuentaba las carpinterías de San Javier (Murcia) para observar cómo trabajaban, siendo admitido como aprendiz en una de ellas y posteriormente en otra, donde adquirió una buena formación profesional gracias a dos excepcionales maestros carpinteros.